Construcción efímera de andamios envueltos en distintas pieles.
La piel interior de plástico de burbuja protege de la posible lluvia, a la vez que funciona como una cámara de luz por la noche.
La malla mosquitera resguarda del sol y su color refleja la identidad de la empresa colaboradora. La red es la última de las pieles, que da carácter y unión al proyecto.
Se levantó en menos de una semana y tras el festival (de tres días de duración) se desmontó. Para ello se necesitó el trabajo de un equipo de 4 obreros que aplanaron el terreno y montaron los andamios. Las uniones de las pieles a los tubos auxiliares se hicieron exclusivamente con bridas.
El proyecto alcanza en su altura máxima aproximadamente 9 metros. El paso central es de unos 5 metros en la parte frontal para ir decreciendo hasta los 3 en la trasera produciendo el efecto de entrada en embudo.
Es únicamente una puerta de entrada en la que el público accede poco a poco (la puerta de salida se encuentra en otra zona cumpliendo la normativa de salida de emergencia).
En definitiva, “The Secret Door” es una llave de paso del mundo cotidiano a otro lleno de fantasía, emoción y diversión.